Amigos

jueves, 24 de mayo de 2012

Del Ciego que midió el tiempo en pasos VIII

VIII
Un canto de colibrí
entre los muertos.
Escaleras abajo
el sabor a dos bocas.
Tu risa cuando no es mía
duele de aquí a
no recuerde.
Descender.
Tocar con  pared,
encontrarse una vez más
minutos arriba, escalar y topar.
Descender inútilmente, hasta
que se agote el tiempo,
descomponga el reloj
de las rodillas, y minuto a minuto
arremetido,  dar tres pasos más.
Atrás, por fortuna y felicidad
ya hemos cruzado
el agujero negro de tu pelo.


Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Del ciego que midió el tiempo en pasos














VII

Perdí la escalinata…a unos pasos

en mi avance cuerpo abajo.

Hubo gotas cayendo sobre mí;

pelo perdido. Cada gota

era consumirse en acontecimientos,

sacarse ondas parlantes (otro pelo en la lengua)

otro quise decir

acostillado en la resolana

del día, andar y andar

tanteo haber ido lejos.

Para poner el dedo en la herida mañana,

lanzarse como piedra,

diez mil quinientas veinti dos ondas

(pasos) de camino:

El semáforo

silba para los ciegos.

Beatriz Osornio Morales

martes, 8 de mayo de 2012

VIRTUALIDAD


 El ojo de: Salvador Dalí



La ciega era yo y. Era ciega el ave detrás del mundo del amanecer.  Éramos una multitud entre ciegos, hablando a la vez de lo que nos figurábamos era la luz. 

A mitad de una penumbra irreal,  respondía la aturdida nostalgia lejana, yo sentía rígida la cuerda que a dos manos intentaba adivinar, ¿de dónde venían esos pasos que luego eran gotas?  Despiertos avatares que esa ciega que era, no podía ver, los otros sentían un desgarre de canto,  sin embargo, de la piel como de una bombilla encendida, volaron palomillas, palabras y palabras hasta el otro extremo del mundo.


Beatriz Osornio Morales


Dedicado a todos los que en la red hemos encontrado nuevas formas de encuentro y comunicación.