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miércoles, 12 de noviembre de 2014

Entre verdad y secretos




Cierras los ojos para ver
que la luz devora tu otra mitad
queda  media luna
en el cráter de los ojos
el resto en la tibia pared
sustenta la realidad
de los húmedos párpados
entre verdad y secretos
imaginas como será tu cuerpo
cuando el final del camino se acerca
volcán despiertas
erupción de medio día
donde germinan las formas
el tráfico
las amplias avenidas
los transeúntes con su mitad
devorada
sus secretos no revelados
nadan en la luz imposible.


Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.


martes, 16 de septiembre de 2014

La Enfermedad del Ser


Quería atrapar el mundo
 de un golpe
atraparlo
con todas las fuerzas de mi debilidad
cual mosquito en la habitación
cuando duermo
apresarle en mi mano sin fuerzas
convertido en gusano negro o crisálida
sentir la agitación de su vuelo
que intenta existir
y en mi esfuerzo por despertar
dejarlo ir a tientas
en  libertad o abandono
hasta que suplique
no
ya estuvo bueno de la teoría del todo
quiere volver
a contemplar mi sueño
ser parte
ser lo que es
el mundo dentro de mí
y yo entre sueños abrirle los brazos
qué importa
si no hay remedio para esa enfermedad
del ser.



Beatriz Osornio Morales

jueves, 3 de julio de 2014

El Umbral


 

No había nada más allá del umbral
como lo presintió el temblor de la hoja.
El dintel seguía siendo traspasado
en su sitio de inmovilidad casual.

Solo un vientecillo que  juega a cruzar
se hace invisible, corre y se esconde
de la lluvia que a entrar no se atreve;
con  los personajes  entran sus formas.

Los pasos que cruzan el umbral,  ruedan
simetría  en el sonido de otros pasos,
avanzan por las soñolientas calles
de una ciudad que descubre la luz ardua.

El árbol es testigo silencioso
de los que van y vienen por el portal,
los pasos conjugados le son familiares
y solo se estremece ante el vago viento,
o  uno que otro,  triste y apurado gato
que se desliza por la sombra del día.



Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.






lunes, 12 de mayo de 2014

Sin Memoria No Hay Olvido



 

No queda ya nostalgia entre las horas,
de esta edad, sólo quedan
manos agitadas por el recuerdo de la tierra.

Ni en mi carne florecida quedan raíces
ni semen de palabras en mi boca.

Preguntas cómo  sobrevivo…
Por el sudor que nos conjugaba
de  amantes puros, agua miel deseo,
trepidar  febril de labios deshojados,
 abrazo desnudo y
desnudo verbo que fuimos,
 es un escándalo,
una sonrisa tu gemido.

Se nos partió la semilla en otro beso,
echa nuevas raíces, algún día frondas,
hoy  manjar de
entreabierto muslo,  página en blanco.
Mientras tanto,
transitamos con el corazón entre labios
esta alegría inoportuna,
sin tristeza en la piel, sin dolor…
 en mis ojos la memoria
de los tuyos, nos ignora,  y

 sabes que sin memoria no hay olvido.


Beatriz Osornio Morales.

martes, 8 de abril de 2014

FRAGMENTOS DE MI III (Cierre)



3.

El tulipán de la noche abre
Algo de sí da paso a las formas. Su voz
no la escucho, es demasiado sutil y oscura.

La sirena de los bomberos se ocupó de ceñir mi oído
Al aire,   me duele el viento
que arrastra lejos del primer murmullo,
del regazo materno, del beso adolescente.
Aquí  lejos,  en un
canto desperdigado
por el enojo de guerras encarnizadas,
recojo el coraje del mundo hecho pedazos,
allí también
encuentro voces que hablan de mi,
 y a ratos se callan lo que soy.


Beatriz Osornio Morales. 

viernes, 28 de marzo de 2014

Fragmentos de mi II


2.

Pocos entenderán porqué tuve que ir tan lejos
a recogerme de donde nunca antes estuve.
A ti, a quien jamás te dije una palabra
lo has entendido  ¿Es cierto?

Creí que estaba de pie y podía por fin
volver a casa conmigo, pero este dulce
acto maligno de empezar de nuevo,
me conmueve, una y otra vez llevándome 
de café en café, de bar en bar
escudriñando muecas en el humo que no veo,
siempre alerta al mínimo estrépito
que irrumpa el mundo aéreo del silencio,

a ese rumor no identificado
quiero atraparle en plena caída,
en ascenso,
recoger cada partícula de lo que son el ruido
de tu paso, las noticias que lees, la mano
untando loción en tus piernas,
su aroma fresco,
atraparlo todo a vuelo de mosca

y empezar de nuevo.


Beatriz Osornio Morales

martes, 18 de marzo de 2014

Fragmentos de Mi


 1. 

Me pierdo en el sonido de las hojas;
soy ese silencio que habita la ciudad desierta.
Para encontrarme colecciono voces,
mil voces en las fuentes de agua, lunas
eclipsadas por camiones recolectores de basura
en la mañana.

Algunas voces me llaman a distancia,
y soy ese gentil llamado que sobrevive la sarna
de los perros de política.

La muerte es más que un cantar
de pájaro triste y solitario.
Su canto me hace llorar.

A veces la luz llega por el sonido del viento,
otras, por una grieta en la ventana que mantengo cerrada,
y hay otras veces que la luz eres tú,
a quien recojo y voy coleccionando en mi destierro.
Ese trozo de ser que creímos zozobrar,
caricia que el amor no  niega,
y se hace hoy mi voz, carne de mi carne
relámpago y lluvia en la tierra de mi cuerpo.


Beatriz Osornio Morales.



lunes, 3 de marzo de 2014

Bálsamos de Marzo






Otra vez marzo;  
el monstruo irrefutable de mis nostalgias,
impasible  cual metal que lima los pensamientos
adelgazándolos peligrosamente; 
el radiante marzo
de la mano levantada;
 respiración de boca a boca,
el cuerpo inerte
y las coronas de flores,  
Marzo abre con su aroma
el camino al duelo.
Marzo del niño perdido para siempre
y hallado en el fondo de un pozo.
Marzo la niña de los hoyuelos
de un mes, de un año, un tiempo inquebrantable.
Marzo,  interminable camino
 al entierro de un ángel,
 perfume de la flor negra, marzo.




Beatriz Osornio Morales

jueves, 20 de febrero de 2014

Cantos Mutantes IV última parte

IV




En el mundo cae una tempestad
que transita por agujeros negros,
se repliegan a  la piel
hasta volverla impermeable.
La caída es una galaxia más,
caemos
y somos tempestad,
luz
rayo trueno,
cometas
orgasmos,
nacemos de
una presencia imparable
gota de rocío
en el velo universal.


Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.

viernes, 31 de enero de 2014

CANTOS MUTANTES III






III

                 La felicidad está años luz

donde ya no hay caída

         ni ascensos

aquí solo tenemos

 unas cuantas alegrías


       como prueba de su grandeza.



Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.

lunes, 6 de enero de 2014

CANTOS MUTANTES II




II


Se nos escapa el tiempo

se nos escapa el espacio

en el tiempo

evaporan juntos y

otras fuerzas nos jalan

a los humanos

como un humo de cigarrillo

que se exhala

en la oscuridad.



Beatriz Osornio Morales, imagen: Mujer Incandescente de Juan Paulo Luna Gomez